Andrés, tras la prueba definitiva contra Jesús: comienza la investigación más turbia de ‘Sueños de libertad’

En el capítulo de este miércoles de la serie que Antena 3 emite entre semana a las 15:45 horas, el personaje de Andrés ha dicho la frase que daba sentido al título, Sueños de libertad. Tras enviar a Julia al internado, la declarada enemistad entre Begoña y Jesús ya no tenía vuelta atrás. El cuñado de la enfermera se ha mostrado dispuesto a liberarla de su jaula de cristal, aunque para ello tuviese que arremangarse. Hoy, Andrés ha contado cuál era concretamente su plan para derrotar a su hermano de una vez.

El episodio ha comenzado con la llegada de Julia a la casa De la Reina, después de su inesperada escapada. Begoña ha impedido que Jesús fuese inmediatamente a castigarla, pues bastante castigo tenía ya la niña con llevársela a un internado. Andrés ha apoyado la opinión de Begoña, y Jesús le ha dicho a su hermano que cuando fuese padre, cuidaría a sus hijos como él quisiera.

Por su parte, María ha contado a Gema sus sospechas de que Begoña había podido fingir sus delirios de locura para llamar la atención de Andrés. A los hechos se remitía de que hacía apenas unos días tenía la cabeza perdida, y ahora había podido coger el coche para buscar a Julia. Gema le ha hecho ver a su amiga que ella hizo lo mismo con su falso embarazo, pero la chica de Jaca le ha pedido que no comparase ambos casos: ella tenía que retener a Andrés a su vera.

A solas con Begoña, María no se ha callado, pues la desafiante cuñada le ha animado a decir todo lo que pensaba sobre ella. La esposa de Andrés ha dicho que creía que nunca estuvo enferma: “Te conozco, y sé como eres desde que puse un pie en esta casa y te vi con Andrés”. La celosa le ha reprochado a Begoña que se hubiese propuesto conquistar a su marido, le ha llamado mala persona, e incluso le ha inculpado a ella de haber perdido el bebé que esperaba.

Begoña ha intentado templar los nervios, y le ha asegurado a su atacante que no tenía ni idea de por lo que ella estaba pasando. “Eres tú la que se recrea en su propia desgracia”, le ha apuntado a María, antes de irse. Más tarde, en el dormitorio, María ha pasado una llamada de Brasil a Andrés. Sin que su esposa pudiera escuchar, su amigo Cristóbal le ha informado de que no llegó ningún Valentín Merino al país.

El ascenso de Carmen, la decepción de Tasio

Por otro lado, Julia se ha despedido de su familia, en una entrañable secuencia en la que cada uno de sus tíos, y su abuelo, le ha regalado un objeto especial para que se sintiese más acompañada. Cuando Jesús se ha llevado a la niña, Begoña se ha quedado absorta y consternada, mirando al infinito, lo que no ha pasado desapercibido para Andrés.

Por su parte, Damián ha reunido a sus tres hijos en el despacho para proponerles el ascenso de Tasio como maestro jabonero. Esta vez, ninguno de los hermanos ha estado de acuerdo con aquella decisión, y hasta a Marta le ha parecido extraña la fijación que su padre tenía por el mozo de almacén. Damián ha defendido que, aunque Tasio no estuviese cualificado por el puesto, tenía “unas ganas locas de prosperar”. Ninguno ha votado a favor del chico.

Carmen, sin embargo, ha tenido más suerte que su marido. La dependienta ha pedido a doña Marta hacerse responsable de la tienda, justificando que se necesitaría un liderazgo cuando la superior se marchase a Barcelona con Fina. Marta ha pasado por alto el entrometimiento en su vida, y no solo ha aceptado el ascenso de su empleada, sino que también le ha agradecido que fuese tan buena amiga con Fina.

Cuando Carmen le ha contado las noticias a Tasio, al mozo no ha reaccionado como se esperaba. Más bien, se ha quedado petrificado, sentado en la silla de la cantina, preguntándose por qué su esposa había tenido la aceptación en los De la Reina que él no había conseguido.

Begoña le ha explicado a Andrés que la Guardia Civil decidió creer a Jesús y Damián

Igualmente, los planes de Marta de marcharse a Barcelona con Jaime y Fina podrían truncarse. El marido le ha ocultado que tenía 39 grados de fiebre, lo que podría postergar la idea de la mudanza, ante lo que podría ser el recorrido final para el doctor Berenguer. A sabiendas de esto, el hombre ha aprovechado para sincerarse con Begoña, y confesarle que estuvo al tanto de su envenenamiento, el cual intentó impedir por todos sus medios. Begoña le ha contestado que no se lo tenía en cuenta, pues entendía que sus razones tendría de guardarse de las malicias de Jesús.

Nuevos planes para Andrés

Digna ha tenido un acercamiento con Damián, después de que Mario le explicase cómo había sido su idilio con Gervasio. El ama de llaves se sentía defraudada por su difunto marido, a la par que triste, por lo que el hombre tuvo que sufrir por perseverar a su lado. La mujer le ha confesado a Luis que, como mujer, también tenía necesidad de sentirse querida y deseada. “Ahora me siento utilizada”, ha descrito su madre, “como una tapadera para que nadie viera cómo era realmente”. Quizás por esto, Digna ha decidido lanzarse a los brazos del padre de los De la Reina.

Digna ha anunciado que finalmente no dimitiría de su puesto, pues en aquella casa también había vivido días felices. Esto ha aliviado a Damián, quien ha aceptado que el ama de llaves no quisiera perdonar a Jesús. Digna le ha contado que se había dado cuenta de que había estado engañada muchos años, y que agradecía a Damián cómo le había hecho sentir. “Más que haría si me dejases”, le ha prometido el fundador de la empresa, antes de besarla.

Con Jesús ausente en Sigüenza, Andrés se ha colado en el dormitorio de Begoña, y le ha contado que había averiguado que Valentín nunca estuvo en Brasil. Pero el chico ha caído en la cuenta de que su amada ya lo sabía: cuando en un delirio gritó a Digna y Luis que Jesús había matado a Valentín, la acusación era verdad. Begoña le ha explicado que la Guardia Civil decidió creer la versión de los hechos de Jesús y Damián, y Andrés ha lamentado que la chica tuviese que pasar por todo aquello sola.

“Queda la prueba más importante”, ha pensado Andrés, sabiendo que no todo estaba perdido. El ingeniero ha resuelto que había que encontrar el cuerpo enterrado de Valentín, lo que significaría el hundimiento total de Jesús. “Se hará realidad tu sueño de libertad para siempre”, le ha prometido Andrés a Begoña. ¿Será así como se libere la protagonista?