Cuando descubrió que la orientación sexual de su amigo y que éste era un “invertido”, lo chantajeó para que le vendiera su parte de las acciones de la empresa. Además, fue él quien indirectamente lo incitó para que se quitara la vida. El propio Damián se lo ha confesado al cura. “Fue mi culpa”, dijo Damián. Gervasio estaba tan avergonzado, que no le quedó otra que ceder al chantaje de su amigo.

Esta confesión salió a la luz tras el accidente del techo en el almacén de la fábrica, donde estuvo a punto de morir, por lo que se confesó con Don Agustín una última vez, en aras de que su vida terminara. O eso pensaba él. Ahora, el patriarca se siente culpable de haberles robado a su padre a sus sobrinos y su marido a Digna. Por su parte, el cura le promete quedarse callado siempre y cuando le pague y le deje estar tranquilo. Pero, ¿será esto verdad? Ya sabemos que las mentiras y los secretos, tarde o temprano, siempre terminan saliendo a la luz…