Avance “Sueños de libertad”: Andrés y Begoña más lejos que nunca, capítulo 115 lunes 5 de agosto
Avance “Sueños de libertad”: Andrés y Begoña más lejos que nunca, capítulo 115 lunes 5 de agosto
Jaime, de quien Marta sospecha que está enfermo, cede al chantaje de María; Tasio empieza su negocio con Íñigo a espaldas de Carmen; e Isabel sorprende a Marta y Fina al salir del recital. Esto y más, en el capítulo 115 de “Sueños de libertad”, el lunes 5 de agosto en Antena 3 a partir de las 15:45 horas.
En el episodio anterior de “Sueños de libertad”, emitido el viernes 2 de agosto, Jesús pilló a Begoña con los calmantes y se los tiró; Andrés se arrepintió de haberse casado con María; Íñigo metió a Tasio en su turbio negocio; don Agustín pergeñó un plan para acercar a Mateo y Claudia mientras Carmen aconsejó a ésta que se alejara del cura; y María, tras tirarse por las escaleras, amenazó a Jaime: o dice que ha perdido el bebé o airea su idilio con Luz…
Avance de lo que pasará el lunes 5 de agosto en el capítulo 115 de “Sueños de libertad”
Jaime asegura a María que en su vida solo hay una mujer, Marta de la Reina, pero ella, que escuchó una conversación subida de tono entre el médico y la doctora Borrell, le suelta que no hace falta que finja. Su cuñado la tacha de miserable por engañar a Andrés de una manera tan cruel y se niega a someterse a su chantaje…
En el laboratorio, Joaquín no afloja con el tema del balneario y vuelve a rogar a Luis que se lo piense. El perfumista, viéndolo tan obcecado, se huele que su hermano mayor pretende boicotear su trabajo en las perfumerías, lo que deriva en una lluvia de reproches mutuos.
En la tienda, Claudia acepta la propuesta de Mateo de sumarse a la actividad solidaria que le sugirió don Agustín con intenciones que ambos ignoran. Carmen, dispuesta a alejar a su amiga del sacerdote, rechaza que se tome la tarde libre, aunque finalmente accede.
En la mansión, todos hablan del supuesto accidente de María, que nadie vio. Damián no concibe que cayera por la escalera de casualidad, mientras Andrés reconoce que discutieron justo antes del suceso. Jesús añade el motivo: la joven cazó a su marido a punto de besar a Begoña.
Después, Jaime sucumbe a la amenaza de María y anuncia que la esposa de Andrés está fuera de peligro, aunque ha perdido el bebé que presuntamente esperaba. Más tarde, el médico sufre otra crisis delante de Marta, que comienza a preocuparse por su mal aspecto…
En el almacén, Íñigo entrega una caja con radios alemanas de contrabando a Tasio, que dice haber cogido el dinero necesario para meterse en el negocio con el permiso de Carmen. Pero el nuevo operario no se lo traga… De hecho, cuando la sevillana se presenta por sorpresa en el lugar, enseguida barrunta que su marido se trae algo entre manos con su compañero y anuncia que no encuentra la cartilla de ahorros.
En las dependencias de los Merino, Joaquín y Luis cuentan a Digna que su difunto padre proyectó un balneario en la colonia. El mayor alega que si lo construyeran dejarían de depender de los De la Reina, y el pequeño le replica que se ha obsesionado con una quimera. Su madre afirma que Gervasio nunca se refirió a ello.
En el dispensario, Marta explica a Luz que nota a Jaime más delgado, como si estuviera enfermo, y le pregunta si ella también lo ha percibido. La doctora se hace la sueca y achaca al trabajo el cansancio del médico. Luego, lo llama urgentemente para alertarle de que su mujer sospecha, sentenciando que ha llegado el momento de sincerarse…
A todo esto, María simula ante Andrés estar destrozada. Desea morir, igual que su hijo imaginario, y culpa a su propio marido y a Begoña del incidente en la escalera tras arrojarse a propósito. Él, angustiado, se desdice y jura que no se arrepiente de su matrimonio.
En la cantina, Tasio consigue colocar a Gaspar uno de los aparatos de radio, arguyendo que se trata de una verdadera ganga. A continuación, lo intenta con don Agustín, que le plantea donarla a la capilla.
En Madrid, al salir del recital de Luis Mariano, Marta y Fina se topan con Isabel, que deduce que la jefa es la persona especial a la que la dependienta regaló las entradas. La pareja se escuda en que son como familia y la secretaria lamenta la ausencia de Jaime en el espectáculo…
Por su parte, Begoña, temiendo que María y Jesús la señalen como causante del falso accidente, aumenta la ingesta de tranquilizantes y Luz se opone a recetarle otro frasco pese a sus desesperadas súplicas. La doctora le recuerda que su situación no se arregla con pastillas, sino saliendo de esa jaula que es la mansión…
Por la noche, Begoña, incapaz de dormir sin los calmantes, se encuentra con Andrés, con quien se desahoga como de costumbre. Sin embargo, su cuñado, inusualmente frío, proclama que ya no puede ayudarla más, decretando que los dos son responsables de la muerte de su hijo… Jesús asiste al cisma entre su esposa y su hermano en la oscuridad…
