El regulador de medios Ofcom ha decidido no investigar más de 3,600 quejas sobre problemas como acoso y racismo en la última temporada de Love Island de ITV. Durante la emisión de la serie, que tuvo lugar entre junio y julio, se recibieron un total de 3,645 quejas. De estas, aproximadamente la mitad, es decir, 1,832 quejas, se centraron en un episodio específico emitido el 24 de julio. En este episodio, se produjo una disputa durante un desafío en el que los participantes debían adivinar el resultado de una votación de los espectadores sobre qué pareja estaba juntos solo para ganar el concurso.

Ofcom, después de revisar las quejas, ha decidido no tomar medidas adicionales. El organismo regulador argumenta que el comportamiento negativo mostrado en el programa no se presentó de una manera positiva. Según su evaluación, los enfrentamientos y conflictos entre los concursantes se resolvieron de manera adecuada, y los participantes mostraron apoyo y se disculparon entre ellos cuando fue necesario.

Un portavoz de Ofcom explicó: “Hemos evaluado cuidadosamente las quejas sobre esta serie, que incluyeron alegaciones de acoso y racismo. Entendemos que las escenas cargadas emocionalmente o confrontacionales pueden afectar a algunos espectadores. Sin embargo, en nuestra opinión, el comportamiento negativo en la villa no se mostró de manera positiva, y los concursantes se vieron apoyándose y disculpándose unos a otros. Además, consideramos que el formato de este reality show está bien establecido, y los espectadores esperan ver tanto altos como bajos a medida que se ponen a prueba las relaciones y amistades”.

En otras palabras, Ofcom ha determinado que, aunque las situaciones que surgieron en el programa pudieron haber sido perturbadoras para algunos, el contexto en el que se mostraron fue apropiado y no justificó una intervención adicional. El regulador también destacó que el contenido de Love Island sigue una fórmula que los espectadores conocen y anticipan, que incluye una mezcla de momentos intensos y resoluciones. Por lo tanto, no encontraron motivo suficiente para investigar más a fondo las quejas presentadas durante la temporada.

Este tipo de decisiones pueden ser polémicas, especialmente en un programa que frecuentemente enfrenta críticas por la manera en que maneja el drama y las interacciones entre los participantes. Sin embargo, Ofcom se ha mantenido firme en su postura de que el programa no transgredió los límites establecidos en cuanto a la representación de comportamientos negativos, considerando el formato del programa y el tratamiento de los conflictos entre los concursantes.